this is my town, this is my city, through my eyes looks so pretty {Libre}

Eleanor sintió vértigo, contemplando la masa de gente que caminaba junto a ella. No sólo no aguantaba estar entre las multitudes, sino que ahora debía encontrar pronto algún punto de referencia. Se había perdido y estaba que se la llevaba el diablo. Sólo a ella se le ocurría salir de casa sin siquiera hablar con Zodial, Winter, Emma, o Pops antes. Cualquiera de ellos pudo en ese momento orientarla y llevarla a un lugar fresco a tomar una soda. Porque claro, ella se sentía orgullosa de haber tomado una bebida muggle y sobrevivir a esas espantosas burbujas de gas. Miró de lado a lado y cruzó, acomodándose el vestido veraniego color crema que portaba esta vez. En la bolsa cruzada que cargaba, traía dinero, mágico y muggle, algo de ropa para cambiarse y también su varita, aunque sabía que nunca la utilizaría, y mucho menos estando en una zona donde había cientos de testigos. Todo era por precaución.

¿Cómo es que se había perdido? Bien, cada cuatro tardes de la semana ella solía ir a un estudio de Ballet, y esa vez le pareció haber tomado el tren correcto para llegar. Gracioso resultó comprobar que no sólo había tomado el equivocado, sino que ahora ni siquiera lograba saber donde estaba. Veía edificios, veía puestos, librerías, avenidas, callejuelas que llevaban a callejones sin salida. Instintivamente comenzó a caminar, mirando precavidamente hacia ambos lados y fijándose de los nombres de las calles que ahora mismo intentaba ubicar.

Todo era inútil. No sólo estaba retrasada, sino que ahora se veía acalorada y envuelta entre miles de personas. Cruzó junto a ellas imitándolas y por un momento sintió tentación de preguntar sobre como llegar a la dirección que buscaba, pero al mismo tiempo era tan orgullosa que prefería caminar demás antes de amablemente cuestionar a algún muggle.

Así pues, se paró un momento y se paró frente a una especie de puestos de revistas. Preguntó por mapas, el ventero le proporcionó uno, y aún con todo seguía bastante desubicada. Pagó el mapa y se lo llevó con ella mientras lo extendía en el suelo de una acera casi vacía. –Humm...- dijo intentando ubicar entre las minúsculas letras la calle donde estaba.

Eleanor miraba el papel con sus direcciones y dibujos, que al parecer de la rubia no tenían mucho sentido si uno lo analizaba. Su dedo trazaba líneas e intentaba ubicar donde más o menos se encontraba. Eleanor levanto la mirada cuando una conocida voz se dirigió a ella. –Si no lo es, entonces que mal esta el mundo- dijo la chica con una sonrisa en los labios mientras se levantaba del suelo, sacudiéndose rodillas y alisándose la ropa. Al parecer el cielo había respondido a sus suplicas y le habían enviado a Poppy. –Poppy que bueno que apareces, estoy mas que perdida en esta selva- Su voz era melodramática, y estaba muy claro que imitaba a una de las chicas que solían seguirlas a todas partes y de las que tanto se burlaban , pero al final solo eran ellas tres: Poppy, Emma y Elle.

Eleanor soltó una pequeña risa y abrazo a Pops mientras depositaba un beso en su mejilla. –No, ya en serio, vienes en un oportuno momento- declaro la chica mientras señalaba el mapa. –Me perdí, iba hacia el estudio de ballet y creo que… me equivoque de tren- Eleanor estaba mas que profundamente avergonzada. Ella jamás cometía ese tipo de errores, y se sabía bien el camino de memoria. Si el señor Fairfax se llegaba a enterar estaba claro que no la dejaría volver a aventurarse a Londres. Ya con trabajo la dejaba salir de casa, y si lo hacia era porque Eleanor era una testaruda señorita, la cual sabia bien como manipular a su padre con solo hacer una pequeña rabieta.

-Oh, poppy ¿Qué tienes en el brazo?- su mirada había revoloteado del mapa hasta la muñeca izquierda de la chica. -¿Eso es…un…?- no recordaba bien el nombre, aunque Zodiak lo habían mencionado en alguna ocasión. Estaban tan de moda esos dibujos en la piel… ella jamás entendería que tenían de fascinantes.