Sylvia Germanotta Prince

Nombre: Sylvia Germanotta Prince

Casa: Hufflepuff

Edad: 17 años

Curso: 7mo

Estado social: Ninguno.

Varita: Madera de abeto, mide 32.6 centimetros y su centro es de crin de unicornio. No tiene nada especial, a excepción de que en la base, justo en el mango se encuentra la palabra "ANA" y tachoneada con pluma.

Mascota: Princess. Es una preciosa lechuza blanca, con ojos azules.

Psicología: Sylvia no tiene baja autoestima, simplemente no la tiene. Sylvia es Anoréxica; para decirlo correctamente: Sylvia es Anoréxica Nerviosa. Sylvia no deja que nadie lo note, ante los demás aunque no sea una chica popular, no es alguien invisible. Es medianamente sociable, al grado de tener un pequeño grupo que ella llama “amigas”. Sylvia sabe que no lo son, que las utiliza como una pantalla y ellas la utilizan por su apellido, ella no se deprime por esto (pero si por otras cosas), ambos lados obtienen lo que quieren.

La meta de la Sylvia exterior es no llamar la atención, caer en la normalidad lo más posible. Tiene medianas calificaciones, conoce a más de uno de su curso, va a ver los partidos de quidditch, se angustia por los exámenes, le teme a tal maestro, adora a tal maestro, le gustan los chicos, se interesa por los cotilleos de el colegio, tiene una relación común con sus padres y hermanos.

Sylvia la real es muy diferente y se encuentra escondida bajo la máscara anterior que muestra a todo el mundo. La Sylvia interior es insegura, asustadiza, retraida, mentirosa, solitaria, nostálgica, perfeccionista, obsesiva, celosa, depresiva, nerviosa además de severamente trastornada. A ella no le interesa en lo más mínimo la escuela, los profesores le dan igual al igual que el resto de sus compañeros, excepto aquel que considera su príncipe, el cual es el centro de todo y su principal inspiración. Está Sylvia tiene como única amiga a Ana, su Anorexia. Su principal enemiga es ella misma reflejada en el espejo, se odia a tal punto que evita verse en el espejo. Cuando Sylvia hace algo mal, Sylvia la castiga, no es raro que en soledad se golpee con una rabia incontrolable. Adicta a mirarse por horas en el espejo solamente para criticarse, y luego todo se vuelve un circulo vicioso.

Sylvia no es una excelente actriz, hay fibras de ella que no deben tocarse para que no se desborde la Sylvia atrapada. Hasta el momento estas fibras siguen intocables. Sylvia es inestable, por lo mismo peligrosa.


Físico: Empecemos por su rostro, Sylvia tiene unos ojos grandes, de color café, caídos, adormilados; rodeados por unas largas, espesas y risadas pestañas, también por ojeras marcadas que los hunden un poco y les restan belleza. Su nariz está entre respingada y chata, proporcional a su rostro. De labios gruesos, muy bien formados que suelen entre abrirse un poco pues tiene los dientes de arriba un poco más largos que los de abajo, rasgo culpable de que sus primas aún le digan "Bunny". El cabello es oscuro, de un castaño casi negro, con unas suaves ondas y un poco de flequillo que cubre sus cejas también oscuras. Su cara suele mantener un gesto nostálgico, más bien triste, como si en cualquier momento se fuera a echar a llorar.

Ahora su cuerpo. Su estatura es promedio, tiene piernas y brazos largos. Delgada, demasiado delgada, al punto de parecer que en cualquier momento se quebrará. Con esto se entiende que no es una chica de muchas curvas, tiene cintura, caderas, pero nada sorprendente. En cuanto a sus pechos tampoco son impactantes.

Viste "normal". Si bien su ropa es cara, por su estatus social, nunca aparecerá en alguna portada de revista. Le gustan mucho los vestidos sencillos, no importa si hace calor o frio. También ama los tacones y tiene toda una colección de ellos en casa. No se pinta mucho, solo un poco de delineador que engatuza sus ojos y brillo labial.

Gustos: Observar, seguir, acosar y saber todo de su príncipe. Escuchar música, sobretodo el blues, baladas tranquilas o música instrumental. No es un gusto, pero tiene la mania de todos los días, tras encerrarse en el baño, mirarse en el espejo y compararse con una fotografía de la chica del momento, eso le da fuerzas para seguir adelante. No es alguien que resalte por su vestimenta, pero le gusta muchísimo la ropa, en su armario tiene guardadas prendas exquisitas que no se atreve a usar por su baja autoestima. La soledad, siente que es la única manera de escuchar sus propios pensamientos. Una de sus materias favoritas es Transfiguraciones y se le da muy bien.

Desagrados: Detesta más que a nadie en el mundo a Sylvia Germanotta Prince. Su cuerpo le parece asqueroso y ni que hablar de todo lo demás. La comida, que es otra poderosa enemiga. Le aterra la idea de subir de peso, así que pesarse es una agonía, pero si no lo hace estará intranquila. Su hermana mayor es su peor pesadilla al igual que todas y todos sus primos. El sabor que le queda en la boca tras vomitar. La gente que pregunta demasiado. Parecer invisible. Cualquier chica que se acerque más de lo debido a su príncipe está declarándole la guerra. Tener que seguir estudiando. Sentir hambre y comer. Sentir como s corazón se acelera apenas sube unos cuantos peldaños. Despertar en las noches con el miedo a morir.

Familia: Los Prince, una familia sangre pura en su totalidad, su árbol genealógico está libre de muggles, aunque sea de manera indirecta, pues existen varios borrones en esté, muestra de que no se tientan el corazón para desheredar a quien se le ocurra tener el mínimo contacto con los muggles o mestizos.

Jacob y Nancy son sus padres, Cornelia Magdalena es su hermana mayor (22 años) y Gretha Constantine (7 años).

Nacionalidad: Sus abuelos emigraron de Checoslovaquia antes de que su padre naciera, así que tiene ascendencia Checa, pero es Inglesa.

Vida: Sylvia es hija de Jacob y Nancy , hermana menor de Cornelia Magdalena y hermana mayor de Gretha Constantine. Su padre, heredero a la fortuna Prince, fue, durante muchos años un auror entregado a su trabajo, de los mejores que ha tenido en el ministerio y el cuál tiene más de una marca, demostrando su valía en su profesión. Entre sus logros está el haber peleado contra Voldemort en su primer asenso y también en el segundo, Azkaban tiene a muchos mortifagos con su ayuda. Sin embargo el tiempo no pasa en vano y la condición deja de ser la misma que la de los años mozos, así que tuvo que retirarse de aquello, pero continuo su carrera con la ley, entrando al área administrativa de Azkaban, ganándose hace tres años el titulo de director de la cárcel mas importante del mundo mágico. Nancy Prince, su madre, compañera de Hogwarts de Jacob, hizo una carrera en Herbología más nunca la practico, ya que al salir de la Universidad Magica de Londres se caso con Jacob y nunca trabajo, para "dedicarse" al hogar, aunque es raro verla en casa ya que esta muy ocupada dando o yendo a fiestas de filantropía, atendiendo a la caridad entre otras cosas.

El matrimonio ya tenía una pequeña niña de cinco años para cuando se enteraron de que tendrían un miembro más, al nacer fue la niña más consentida por toda la familia, al menos por los adultos ya que los menores no veían con buenos ojos a quienes le robaban su atención y este pequeño detalle hizo a Sylvia, años más tarde, la victima de sus primos y su hermana.

Durante su infancia veía poco a su padre, quien siempre se encontraba en misiones y aunque su madre dormía todos los días bajo el mismo techo no tenía tiempo para atender a sus dos hijas a las cuales dejaba a cargo del servicio o de vez en cuando con sus suegros (más que nada cuando tenía que salir fuera de la ciudad). La manera de sobrellevar la poca atención por parte de sus padres por Cornelia fue molestando a Sylvia, los hermanos durante años y años han peleado, pero lo que Corny le ha hecho a esta chica va más alla de lo común. Y es que ella, que de por si era ignorada por sus padres, con la llegada de una hermana, tenía que compartir la poca atención que tenía de ellos con su "hermanita".

A Sylvia no le gustaba más pasarla con su abuela, ya que casi siempre que iban estaban sus primos y primas, quienes motivados por Cornelia le hacían la vida de cuadritos a la más pequeña de todos los primos. ¿Cómo? Bueno, una vez su abuela encontro flotando el cuerpecito de Sylvia en un estanque de su casa, tras algunas maniobras lograron que la niña recuperará la conciencia y para los adultos quedo como un accidente: La niña había estado jugando cerca del estanque, resbalo y se golpeo con una piedra. La realidad fue que la molestaron hasta hacerla caer al estanque y ahí uno de sus primos mayores le lanzo una piedra, al ver que se había desmayado todos corrieron. Casi se ahoga.

Conforme fue creciendo, los ataques pasaron de lo fisico a lo psicológico. "Bunny, no sonrias, puede que tus dientes lastimen tus pies", "Bunny, eres tan fea como la lechuza de la abuela", "Bunny, tus piernas parecen las de una gallina, deja de mostrarlas", "Bunny, tienes trasero de vaca". Y no solo se burlaban de su físico, también solían insinuar que era un skib... al menos hasta que tuvo su primera muestra de magia y sucedió a los 10, más no fue nada que la defendiera de su hermana quinceañera. Su madre realizaba preparativos para la fiesta de caridad que se daría durante la noche, los sirvientes estaban colocando un candelabro hecho de cristal cortado a la supervisión de Nancy, Sylvia fue con ella para decirle que no iba ponerse el vestido que le había comprado pues no le quedaba y entre "Ahora no puedo" y la vocesita de la niña mientras intentaba llamar la atención de la mujer, la escalera en la que los sirvientes se habían subido para colgar el adorno se partió de la "nada"... bueno, había sido Sylvia.

Ese suceso fue un alivio para su madre que secretamente también pensaba que la niña no tenía magia y sorprendentemente empezó a centrarse más en ella, eso hasta que nació Gretha y fue el nuevo centro de atención por los mayores. Esto no afecto a Cornelia que ya estaba en la adolescencia y lo único que quería era a sus padres lejos de sus cosas, pero si a Sylvia que todavía era una niña.

A los once le llego su carta de Hogwarts, esta vez acompaño a su hermana y su madre al callejón diagon y se hizo de sus útiles. El lugar, en lugar de sorprenderla o alegrarla, lleno de temores a la pequeña, que sólo una vez había hecho magia y es que temía poner en vergüenza a sus padres que si bien nunca le hacían caso, cuando se equivocaba siempre estaban presentes. Además estaba otro problema, su familia entera había pertenecido a Slytherin, incluso su hermana estaba en esa casa... esperaban lo mismo de ella.

Para este entonces el señor tenebroso se alzaba poco a poco desde las sombras, Jacob no tenía ni idea así que no tuvo problemas con que sus hijas siguieran en Hogwarts.

La hora de la selección más pronto de lo que se imagino, nerviosa y aterrada no pudo si quiera pedir al sombrero seleccionador que la colocarán en la cuna de las serpientes y desde entonces es recordada por la familia como la primera Hufflepuff de los Prince, no hace falta decir que con desprecio.


Los primeros dos años no fueron de lo más agradables para la chica, quien tenía que lidiar aún con su hermana y sus ataques. Además durante el primero vio como el cadáver de Dumbledore caía, por casualidad ya que se encontraba en la torre opuesta de donde sucedió. Nunca se lo ha contado a nadie. Fue hasta su segundo año que Jacob reacciono, su idea principal era sacar a sus hijas del colegio y enviarlas lejos, pero un compañero auror lo convenció de que no había lugar más seguro para las hijas de un auror que Hogwarts… pero fue un error, allí sus hijas fueron castigadas por lo que su padre hizo con algunos mortifagos en el pasado. Ya en tercero intento llevar una vida normal, tomando como clases extra Runas antiguas, Adivinación y Aritmacía, en este año es cuando todo el daño recibido en su crecimiento da frutos y al verse al espejo deja de tolerarse, sintiendose más fea de lo normal y gorda. Durante cuarto año tiene una severa depresión, la cual afecta sus estudios y esta a punto de reprobar todas las materias, hasta encuentra a quien la inspira para seguir adelante: su primer y único amor. En quinto decide dejarse de tonterias y hacer algo para cambiar, entonces empieza su anorexia y sorprendentemente empieza a comportarse como una chica común, dejando de ser solitaria. Pasa Runas antiguas, Adivinación, Transformaciones y Encantamientos con la calificación más alta, las demás materias con notas regulares. Además empieza a acercarse a su inspiración, convirtiendose en una muy buena amiga de él. Para sexto año ha hecho todas las dietas conocidas en el mundo magico y muggle, es tan estricta consigo misma que hasta se saltea comidas para bajar de peso más rapido y aunque nunca fue gorda en el sentido de la palabra, jamás entraba en los vestidos de su hermana o primas, siendo ellas su ejemplo. Para no sentir hambre o calmar la ansiedad aprende que un chicle sin azucar cada que siente el deseo de comer es de ayuda o sino se atasca a comer hielos. Llega un punto en que su único alimento del día es un zumo de cualquier fruta sin azúcar. Además de motivarse mirando fotos del chico que le gusta o incluso espiandolo.

Está en septimo y ya ha perdido mucho peso, en él colegio saben que algo anda mal en ella pero nadie ha sabido exactamente qué, pues se ha hecho una maestra en disimulación. Sus padres... bueno, sus padres apenas le prestan atención y su hermana se caso recientemente.

T.I.M.O.S:

Adivinación - A
Cuidado de criaturas mágicas - S
Defensa contra las artes oscuras - I
Encantamientos - A
Estudios Muggle - A
Herbología - S
Historia de la Magia - A
Pociones - I
Transformaciones - E


Extras:
-Sylvia disimula, llevando la comida a su habitación, escondiendola bajo la cama hasta que un elfo domestico se encarga de limpiar su habitación. No quiere decir que no coma, pero cuando lo hace suele llenarse de laxantes al punto de la intoxicación.
-Desde hace más de un año que Sylvia no menstrua.
-Tiene un miedo irracional a aumentar de peso.
-Sylvia tiene su inspiración, un chico de su mismo curso al cúal ama con locura. Más este no lo sabe. Más que amor es una obseción, tiene muchisímas fotos de él, incluso algunas cosas personales y se pone extremadamente agresiva cuando una chica se le acerca.

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Srita. Prince, es un alivio ver que todavía se encuentra entre los vivos. Es curioso que cada principio de año la veo diferentes: según tengo entendido, y si mi memoria no me falla, la juventud trae consigo cierto crecimiento y vitalidad, pero juro que la veo más traslúcida que un fantasma. Estoy divagando... Por favor disfrute lo que le resta del verano.

Atentamente,
El Barón Sanguinario